Uno de los factores que determinan la calidad de los hábitats son los artrópodos, ya que, entre otras cosas, son de vital importancia para otros grupos. Por ejemplo, son el alimento de muchas aves insectívoras, como es el caso de la amenazada alondra ricotí (Chersophilus duponti).
Para determinar la calidad de los hábitats en los que trabaja el proyecto LIFE Connect Ricotí, y su adecuación para la alondra ricotí y otras aves insectívoras, durante la primavera de 2022 realizamos muestreos destinados a conocer la biomasa (medida de la abundancia de artrópodos) y composición (variedad) de la comunidad de artrópodos epigeos, que son aquellos que habitan en la superficie del suelo.
Estos muestreos los llevamos a cabo en un diseño BACI (según sus siglas en inglés se refiere a un formato de estudio Antes y Después de un Impacto e incluyendo su Control), para poder conocer el efecto de las medidas de restauración del hábitat estepario que se aplican en el marco del proyecto.
Estas tomas de datos se realizaron en nuestras zonas de estudio: Hoces de Riaza y Duratón (Segovia); Páramos de Molina de Aragón (Guadalajara) y en las localidades de Valeria, Moya y Pedro Izquierdo (Cuenca) y Secans de Mas de Melons-Alfés (Lleida).
Los muestreos de 2022 se corresponden al Antes del Impacto (restauración del hábitat), ya que las labores de restauración se realizan durante el otoño-invierno de 2023. Estos datos previos son de gran valor ya que nos ofrecen información del estado del ecosistema antes y podremos así ver los cambios que experimenta el mismo después de la restauración.
Realizados los primeros análisis exploratorios, pudimos observar cómo los valores de la biomasa de artrópodos varían mucho entre las zonas. Los valores más altos fueron obtenidos en las Hoces de Riaza y Hoces de Duratón, mientras que los valores más bajos correspondieron a Lleida y Valeria, zonas con población prácticamente extinta de alondra ricotí (Figura 1).