Por Julia Zurdo
Dentro del Proyecto LIFE Connect Ricotí se realiza anualmente el seguimiento de la calidad del hábitat de la alondra ricotí. Además de la estructura y composición de la vegetación, la disponibilidad de alimento (biomasa de artrópodos) es un descriptor clave de la calidad del hábitat, ya que influye de forma crítica en la selección de hábitat de aves insectívoras como la alondra ricotí.
Según los resultados (Figura 1), la biomasa de artrópodos difiere entre las localidades de estudio, con valores más altos en las Hoces del Riaza (Segovia) y Tortuera (Guadalajara), y más bajos en Valeria (Cuenca), Mas de Melons y Timoneda d’Alfés (Lleida).
Dentro de las localidades de estudio también encontramos diferencias en la disponibilidad de alimento entre zonas de referencia (que cuentan con buen estado de conservación), zonas de actuación (sometidas a medidas de restauración) y zonas control-actuación (Figura 2).
El objetivo es alcanzar, mediante las acciones de restauración y mejora de hábitat, los niveles de disponibilidad de artrópodos de las zonas de referencia.